(antes de que él te rompa a ti)
Bienvenida, querida. El otro día apareció en mi Instagram una imagen parecida a la que te comparto en este artículo (la de aquí la he hecho yo adecuándola a algo más acorde con mis creencias). Me hizo reflexionar. Por eso he querido dedicar esta entrada a esto, al conocido como "Círculo de la Rata". A juzgar por lo que oigo en SAMA, y lamentablemente, me parece que nos afecta a muchas. Este fenómeno, también conocido como “la rueda de la rutina sin fin”, puede atraparnos en un ciclo agotador. Y lo peor no es solo el agotamiento que conlleva, lo peor es que cada vuelta que da esa rueda, ese “círculo”, es tiempo (ergo vida) que nunca más va a volver.
Te cuento qué es, cómo influye en nuestras vidas y lo más importante, cómo salir del “Círculo de la Rata” para encontrar ese ansiado equilibrio. Y darle, de paso, una patada a la rueda.
¿Qué es el Círculo de la Rata?
El Círculo de la Rata define, con una imagen gráfica, la sensación (en ocasiones realidad) de estar atrapada en una rueda giratoria, corriendo constantemente sin avanzar. Como esos hámsters que corren y corren sin llegar a ningún sitio (pensándolo bien en la cinta de correr hacemos un poco lo mismo, ejem) Estamos atrapadas en un ciclo interminable de trabajo, responsabilidades y estrés. Este círculo nos desconecta de nosotras mismas y de lo que realmente importa en nuestra vida. En el contexto específicamente económico (difícilmente separable del personal), este término se refiere a una especie de trampa en la que caemos la mayoría: la lucha constante por alcanzar la estabilidad financiera sin lograr llegar a ningún sitio pero trabajando incansablemente… para poco: ¿otro bolso?
Cómo Salir del Círculo de la Rata:
En nuestra vida cotidiana son muchos los conocidos como "ladrones de tiempo (ergo de vida) que nos tientan y nos hacen caer en una especie de "secuestro" cognitivo, emocional, sensorial. Son tontadas que nos enganchan casi sin darnos cuenta. El efecto en el resto del día es irreversible. ¿Te has dado cuenta? He dibujado un esquema que igual te sirve para pensar. A mí desarrollarlo me ha ayudado.
Nuestras vidas merecen ser vividas, no atrapadas en un círculo agotador.
1. Toma conciencia. Para y Piensa:
Antes de poder cambiar, es crucial ser consciente de que dónde y cómo te encuentras. Te propongo que hagas una reflexión sobre tus rutinas diarias ( a poder ser metiendo el tiempo que dedicas a cada cosa) y sobre tus hábitos financieros ( a poder ser metiendo el dinero que dedicas a cada cosa) para identificar patrones que serán los que te digan si estás dentro del Círculo de la Rata.
2. Prioriza en lo personal y en lo económico:
Identifica tus prioridades y valores tanto a nivel personal como financiero. Ajusta tus hábitos para centrarte en lo que realmente te acerca a la tranquilidad y te brinda verdadera satisfacción. Con eso vas a conseguir dos cosas: La primera, más estabilidad, y la segunda, vas a poder llevar mejor las riendas de tu vida. En lo personal observa qué te hace feliz, y, aunque te resulte duro, plantéate, como hacían los estoicos, tu memento mori: Si fallecieses en una semana, ¿a qué dedicarías tiempo? En lo económico, ¿qué es lo más rentable de lo que haces? ¿en qué inviertes que no te aporta?
3. Establece límites:
Aprende a decir NO (¿sabes que en SAMA hago un curso sobre esto?) Establecer límites saludables es esencial para evitar la sobrecarga de responsabilidades y te va a dar tiempo para cuidarte, ¡casi nada!. Aprende a decir no también en el ámbito financiero. Establecer límites sostenibles en este campo es esencial para evitar la sobrecarga económica que te obligará a trabajar sin fin. Y muchas veces, sin sentido.
4. Introduce la variedad:
Rompe la monotonía introduciendo pequeños cambios. Prueba nuevas actividades, nuevas personas, experiencias o rutinas que te desafíen y te inspiren. Explora también nuevas formas de inversión, de rentabilidad, de ahorro o desarrollo profesional que te permitan salir del círculo.
5. Practica el autocuidado:
Dedica tiempo a cuidar de ti misma. Ya sea a través de la meditación, el ejercicio (¿yoga?), el arte o cualquier actividad que te nutra emocional y físicamente.
6. Practica la educación financiera:
Es una de las grandes carencias formativas. Y curiosamente ¡el tema al que más rentabilidad vas a sacar! Dedica tiempo a educarte financieramente. Comprende los principios básicos de inversión, ahorro y presupuesto para tomar decisiones financieras informadas y romper con patrones económicos negativos. Hay blogs, podcast y vídeos francamente buenos que te van a ayudar muchísimo.
Para. Piensa. Calcula. Rompe con la rutina. Encuentra tu equilibrio. Ve bajando el ritmo. Así, la rueda se irá adecuando al tuyo y podrás seguir con más alegría y más consciencia. Y si no te gusta, podrás bajarte tú, sin que la rueda sea la que te lance torpedeada.
Demasiada realidad ! Interesantísimo y con deberes !!!
Buena reflexión ¡tomo nota,
Que interesante !!