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La “pitopausia” tambien existe



La “pitopausia” es conocida como “menopausia masculina”, “andropausia” o SDT (Síndrome de Disminución de Testosterona). Con el aumento de la esperanza de vida y de la preocupación por mantenerse en un buen estado de salud, cada vez hay más estudios sobre este tema. Aun así, la defensa de su existencia es todavía controvertida.

Al igual que le sucede al cuerpo femenino, a partir de los 40 el cuerpo masculino también comienza a sufrir cambios y, aunque de forma lenta, produce menos testosterona. El varón no pierde la capacidad de reproducción, mas sufre, como la mujer, consecuencias físicas y psíquicas que es bueno conocer para entendernos mejor.

El desconocimiento de lo que sucede en nuestro cuerpo conlleva en ocasiones un exceso de preocupación o el hecho de atribuir los síntomas a otras causas, con posibles desafortunadas consecuencias. José Miguel Silva Herrera, en su artículo “Andropausia: Estado actual y conceptos básicos (2006)” dice: “A diferencia de lo que les sucede a las mujeres, quienes no dudan en consultar al especialista por la presencia de los cambios relacionados con la menopausia; una alta proporción de hombres no lo hacen o simplemente desconocen o niegan la presencia del síndrome”.

Ya sabemos, o deberíamos saber, que la menopausia femenina conlleva trastornos del sueño, sofocos, taquicardias, brotes de nerviosismo… A veces, en el Centro Femenino SAMA me sorprendo de que muchas mujeres imputen esta sintomatología al estrés, cuando no es otra cosa que un cambio hormonal natural que poco a poco irá remitiendo. Soy consciente de que da mucha tranquilidad saber que es ésa (la menopausia), y no otra, la causa.

Igualmente, el hombre comienza a percibir que su cuerpo está cambiando, que baja la potencia de su eyaculación, y que, al igual que en la mujer, sufre de irritabilidad, nervios o ansiedad, de sequedad en la piel, sudoración nocturna o tristeza.

Janosch Deeg (Mente y Cerebro, agosto 2018) señala cómo la Sociedad Internacional para el Estudio del Envejecimiento del Hombre estableció en 2002, revisada en 2015, una serie de criterios para el diagnóstico del SDT. A unos determinados niveles de testosterona se suman otros como “cansancio, depresión, exceso de grasa abdominal u osteoporosis”.

La crisis de los 50, en los hombres

Una consecuencia de la andropausia es la crisis de los 50. Seguro que has oído hablar de ella, la has sufrido o la has vivido a tu alrededor. De repente, tu pareja, hermano, cuñado, se calza unas deportivas abandonadas, pilla la bici polvorienta, se apunta al gimnasio a muscular. Se vuelve más presumido, se compra una moto, se viste “raro”, busca un plus de reconocimiento… ¿Qué está pasando? Nada raro. Busca, sin saberlo, una manera natural de reequilibrar su organismo, de incrementar la producción de testosterona, cuya aminoración le está causando malestar. No pasa más. ¡Ni menos!

Una “revisión” de la vida ya pasada, con una excesiva autocrítica hace que el ánimo en ocasiones también decaiga. En su libro “Andropausia” (Nuevo Extremo, 2001), Kusnetzoff relata varios casos clínicos en los que esta circunstancia se replica. Y, habitualmente el varón no sabe a qué es debido, no pudiendo poner, en consecuencia, luz o remedio adecuados. Y no pudiendo entenderlo, explicarlo y encontrar apoyo alrededor. El desconocimiento conlleva la falta de diagnóstico y, en consecuencia, de tratamiento.

¿Cómo aminorar los síntomas?

El incremento de las relaciones sexuales, entrenamiento de alto impacto, buen descanso, una alimentación equilibrada y la práctica de mindfulness o meditación para reducir el estrés, pueden hacer el cambio más suave.

Y, según continúa Janosch Deeg: “Cuidar la tríada mente, cuerpo y alimentación es suficiente. Así, active sus neuronas mediante ejercicio mental, practique deporte y consuma alimentos saludables y ricos en vitaminas. Si lo hace con regularidad mantendrá su nivel hormonal bastante estable y evitará posibles efectos secundarios”.

Conocernos es aprender a cuidarnos. Es aprender a entendernos. A nosotras. A ellos.


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