top of page
Buscar

¿Eres una controladora?

Un sencillo test para conocerte mejor


Ordeno, mando y me estreso


A veces las cosas se nos van de las manos. ¿O no? Quizás sólo sea que estamos intentando coger demasiadas, más de las que nos caben en ellas. El intentar ejercer excesivo control es una de las causas más frecuentes de tensión, de estrés y de enervación. Vamos a ver con más profundidad de qué estamos hablando.



La RAE define control como comprobación, inspección, fiscalización, intervención y, en su segunda acepción, como dominio o mando.


¿Te ayuda esto a bajar más al terreno? Es muy frecuente que intentemos influir en las acciones de los que nos rodean e, incluso, que procedamos directamente a hacer cosas que no están dentro de nuestra función, obligación o, incluso, área de influencia.


Cuando actuamos así, estamos generando dos fuerzas contrapuestas que tensan. ¿El qué?, el ambiente, la energía, las relaciones… pero fundamentalmente a ti.


Esas tensiones son:


- Por un lado, “la del sufriente”, la persona o circunstancia sobre la que se intenta ejercer ese control. No dejamos que las cosas sucedan como tienen que suceder. Bien que el resultado no sea siempre de tu agrado pero, y ahora voy a ser un poco mala, ¿es acaso tu agrado el único objetivo?


- Por otro lado, la tuya. Para entrar en la dinámica de mandar, observar, revisar, corregir o directamente hacer, normalmente estás en un discurso interno que resulta realmente agotador. Escúchalo para darte cuenta de lo que te estoy hablando. Mirar a los demás con algo más de condescendencia o dejar que las cosas sucedan aunque no sea tal y como quieres, es una forma de vida que reporta, si bien no la perfección que andas buscando, un estar más amable del que casi seguro disfrutarás..



¿Cómo de controladora eres?


Te invito a realizar un test que quizás te haga reflexionar. Te dará información importante sobre cómo abordas las circunstancias que te toca vivir y, no menos importante, cómo te relacionas con las personas que tienes alrededor, léase parejas, hijos, madres, hermanos, amigos, compañeros de trabajo...


La cosa es fácil. Tienes que contestarte a las siguientes preguntas. Con un sí o un no, Asumir el resultado final tal vez no sea tan fácil. Lo que te aseguro es que vas a ser más consciente, a partir de ahora, de tus acciones con los de alrededor. Seguir actuando igual o no, es decisión propia. ¿Vamos?


El test de La Controlator


Intenta contestar visualizándote. Reproduce el momento que la pregunta plantea y cuál es tu actitud o reacción más frecuente. Las respuestas son sí o no


PREGUNTAS

  1. ¿Has dicho hoy, más de una vez: “Ya lo hago yo”?

  2. Has dado una instrucción sencilla. ¿Vas a comprobar que se ha hecho?

  3. ¿Revisas bolsillos, móviles, ordenadores ajenos…?

  4. Recuerda cuántos imperativos has usado hoy. ¿Más de tres?

  5. Estás observando a otra persona y no te gusta cómo está haciendo algo (planchar, comer, archivar, …) ¿Le dices cómo tiene que hacerlo según tú?

  6. ¿Usas la frase “Lo que tienes que hacer es…”?

  7. ¿Has gritado (riñendo, claro, no por ver una araña) en los dos últimos días?

  8. ¿Repites las indicaciones más de una vez?

  9. Después de dar una orden, ¿preguntas si se ha realizado?

  10. ¿Corriges lo que han hecho otros si no está a tu entero gusto?


Vayamos ahora con la corrección. Las respuestas eran fáciles, sí o no. Los noes valen 0 puntos. Los síes, depende. Suma los puntos de tus respuestas afirmativas según esta tabla de valor.


PUNTUACIÓN DE LAS RESPUESTAS

  • Pregunta 1 3 puntos

  • Pregunta 2 2 puntos

  • Pregunta 3 10 puntos

  • Pregunta 4 2 puntos

  • Pregunta 5 5 puntos

  • Pregunta 6 3 puntos

  • Pregunta 7 6 puntos

  • Pregunta 8 3 puntos

  • Pregunta 9 1 punto

  • Pregunta 10 5 puntos


Resultados:


De 0 a 10

Eres una malva. Da gusto estar contigo. Haces el ambiente amable y los que te rodean confían en ti. Quizás corras el riesgo de caer en una excesiva complacencia, eso debes juzgarlo tú según veas los resultados en tu entorno (laboral, familiar, social) Si la cosa funciona razonablemente bien, adelante con esa actitud. Es de agradecer.


De 11 a 20

Ahí estás, ni bien ni mal. Eres buena compañía. Es fácil estar contigo aunque en ocasiones te pongas un poco pesada. Tienes empatía y sabes delegar. Bravo por ti.


De 21 a 30

Cuida porque estás rayando el nivel de Controlator. Este tipo de actitud puede irse extremando según tu estado de ánimo e incluso tu cansancio. Es bueno que pongas foco sobre lo que más te hayas sentido identificada e intentes suavizar o modificar tu respuesta inmediata, ¿quizás cambiándola por silencio? Ardua tarea; pero muy fructífera.


De 31 a 40

Pueden llamarte (e incluso ya lo hagan) La Controlator. Vives en un microcosmos en el que necesitas (o así lo crees tú) que las cosas sean como tú consideras que deben ser. La gente de tu alrededor quizás te haya cogido un poquito de miedo. ¿Te notas contracturada con frecuencia? Pues chica, relaja. Como decía Dalí,No temas la perfección, nunca la alcanzarás”. Puede ser que te venga bien bajar tu nivel de exigencia para contigo y con los demás. Prueba. A ver qué tal te encuentras así. Te sentará bien sentirte más magnánima y generosa. Seguro que luces más relajada y radiante. Y tu entorno, no es por nada, lo agradecerá.



“Si yo ordenara -decía frecuentemente-, si yo ordenara a un general que se transformara en ave marina y el general no me obedeciese, la culpa no sería del general, sino mía.” ANTOINE DE SAINT-EXUPERY, “El principito”

Vive, sonríe, respira, respeta, deja que suceda, fluye. Y disfruta de una vida mejor.


bottom of page