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Tu "Área de influencia"


Hay una herramienta de coaching muy simple que, sin embargo, suele sorprender a las personas con las que trabajo procesos de coaching en el Centro Femenino Sama. Se llama el Área de influencia.


Qué es tu Área de influencia

Imagínate un vallado. Tú estás en el centro. Y todo lo que tienes a tu alrededor, dentro de ese vallado, está a tu disposición. Tienes unas flores que puedes regar, cortar para hacer un ramo o pisar porque te apetece. Tienes unas lechugas romanas que puedes recoger para hacerte una deliciosa ensalada, puedes regalar a un agradable vecino o puedes dejar que se pudran y se conviertan en compost. Hay una casa que tú habitas, o no, decoras, o no, limpias, o no y donde das fiestas, o no. Si en tu vallado llueve, tú decides si te mojas o no. Si crecen malas hierbas, tú eliges qué hacer con ellas.

Todo lo que hay dentro del vallado está sometido a acciones elegidas a tu libre albedrío. Y tú lo ejerces. A veces a sabiendas, a veces no.

Sí. Efectivamente. Todo lo que hay dentro de ese vallado es tu ÁREA DE INFLUENCIA. Y en el centro estás tú; que eliges, actúas, haces, deshaces.

Qué no es tu Área de influencia

Junto a tu vallado hay otros. Muchos. En esos están tus hijos, hermanos, madres, amigos, compañeros de trabajo, jefes. Cada una de esas personas tiene su vallado. Con sus propias cosas: flores, lechugas, casas o no. Ellos eligen qué hacer, qué no hacer, qué plantar, dónde vivir, cómo hacerlo. En resumen. Ellos, como tú, están dentro de su propia Área de influencia.

Y ésa no es la tuya. Tú no puedes entrar en ésas. No puedes conseguir que planten lechugas romanas porque a ti te gustan o la especie de flor que crees que les va a hacer más feliz. No puedes conseguir que construyan sus casas o las limpien conforme a tus estándares. No puedes hacer que hagan.

Hay además otros vallados. Están vacíos de personas, pero llenos de circunstancias. Sí. Hay circunstancias dentro de tu vallado sobre las que podrás actuar: la lluvia, las malas hierbas, pero hay circunstancias fuera de tu vallado sobre las que no podrás actuar. Piensa.


Cuando quiero saltar la valla

Cada vez que intentamos que alguien haga algo, estamos queriendo saltar la valla. Cada vez que queremos modificar una circunstancia fuera de nuestra Área de Influencia, estamos queriendo saltar la valla. Y cada vez que intentamos saltar la valla, nos damos un trompazo. Frustración. No podemos hacer que hagan. Solo podemos hacer nosotros. No podemos influir en cosas que están fuera de nuestra Área de influencia. Y cada vez que lo intentamos no conseguimos más que frustración.

Piensa

Haz un dibujo. Un círculo. En el centro, un punto, Eres tú. Y a partir de allí, observa y piensa si lo que te preocupa, por lo que estás luchando con tanto esfuerzo, está dentro de tu Área de Influencia.

Si es que sí, adelante. Si es que no, sólo podrás modificarte a ti, tu enfoque. Planta lechugas. O rúcula, pero dentro de tu vallado. Serás más feliz.


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