top of page
Buscar

La gripe mental


SÍNTOMAS

¿Notas irritabilidad? ¿Estás triste? ¿Muy nervioso? ¿Lloras por cualquier cosa? ¿Respiras con dificultad?


Vale, no tienes fiebre, sin embargo, si recapacitas por un momento te darás cuenta de dos cosas:

1. No te encuentras bien

2. Tu estado afecta a los de tu alrededor

UNA REFLEXIÓN

Cuando tienes un fuerte resfriado o padeces la gripe, habitualmente haces cosas para mejorar: vas al médico o te medicas, avisas a los de tu alrededor de que corren el peligro de contagiarse, te cuidas un poco más (sin salir, acostándote antes, tomando cosas calientes) y, en general, te vas arrastrado hasta que tu propio malestar te dice que te quedes en el sofá o, en casos extremos, en la cama, que te sentará mejor. Ah, y te recomienda que duermas.

UNA QUEJA

Me resulta sorprendente que sigamos haciendo esos grandes distingos entre las dolencias físicas y las mentales. Me molesta que se escondan las afecciones o enfermedades psicológicas o psiquiátricas. Me entristece que se siga estigmatizando a las personas que las padecen. Me opongo a que esta situación no cambie. Y reivindico que, por ese cambio, hagamos algo todos y cada uno de nosotros.

VARIAS INDICACIONES

¿Notas irritabilidad? ¿Estás triste? ¿Muy nervioso? ¿Lloras por cualquier cosa? ¿Respiras con dificultad? Pues haz algo. Al fin y al cabo es como si tuvieras una gripe solo que mental. Avisa a los que te rodean, pueden verse afectados, (¡y también en el entorno laboral!); cuídate un poco más, descansando, yendo al médico si lo necesitas, tomando algo que te siente bien (vale un descanso, una tila, medicación, un baño, un paseo, un masaje, ¡y vale la tarde libre y hasta una baja!) o duerme. Pero primero, reconoce tu malestar y luego haz algo por mejorar. No dejes que se acumulen los síntomas.

Y UNA RECOMENDACIÓN

Y, mucho todavía mejor que curar, prevenir. Tanto si comienzas a sentirte regular como si no, puedes comenzar por aprender técnicas de relajación, de respiración, practicar mindfulness o meditación, hacer yoga u otro ejercicio que te siente bien, vivir un proceso de coaching que te enseñe a gestionar tu pensamiento o visitar a otro profesional que te pueda ayudar.

Pero te invito a pensar: si por tu cuerpo lo haces, ¿por qué por tu mente no?

Cuídate. Y Disfruta De La Vida Pero YA

bottom of page