top of page
Buscar

¡¡Al agua Patas... de gallo!!


Una de las primeras cosas que aprendemos de nuestro planeta es que el 70% es agua. Una de las primeras cosas que aprendemos de nuestro cuerpo es que somos un 70 % de agua. Y lo que se estudia ahora es cómo afecta el grado de hidratación, de agua que tenemos en nuestro interior, a nuestro organismo. La conclusión: si es poco... malo.


LAS BONDADES DEL AGUA

Agua y belleza

Dentro de poco va a celebrarse en Bilbao el III Congreso Mundial de la Hidratación. En él se van a hablar cosas tan interesantes como la relación directa entre el agua que mantenemos en nuestro cuerpo y nuestro proceso de envejecimiento. Seguro que habías oído hablar del proceso de oxidación relacionado con el envejecer. Suma a ello la deshidratación y tendrás un tándem malicioso. Cuando nacemos somos un 80% de agua.¿Sabías que cuando nos hacemos adultos, sólo un 60%?. Eso conlleva el deterioro de nuestro organismo. Las arrugas también son también ejemplo de ello.

Cuando nacemos somos un 80% de agua.¿Sabías que cuando nos hacemos adultos, sólo un 60%?.

Agua y salud

Todo nuestro organismo, excepto nuestros huesos están influenciados por el nivel interno de hidratación. Ojos, estómago, riñón, hígado, la circulación, las células. TODO. El agua ayuda a mantener un cuerpo más libre de la toxicidad a la que lo sometemos por el entorno en el que nos ha tocado vivir.

Agua y dolor de espalda

¿Y nuestra columna vertebral? También necesita agua. Los discos intervertebrales, los que ocasionan esas molestas y dolorosas hernias, también cuentan en su composición con un 80% de ese maravilloso líquido. La gravedad hace que esos discos vayan perdiendo a lo largo del día esa esponjosidad que los caracteriza. Practicar yoga es una buena manera de mantenerlos sanos. Beber agua es otra.

Agua y relax

El líquido amniótico, compuesto de agua, sales minerales, lípidos y proteínas, es el primer medio en el que nos desarrollamos. Ese entorno de seguridad lo llevamos grabado en nuestro subconsciente: temperatura, sonido, percepción de ingravidez, sensación en piel... Acceder a él con conciencia plena, a través de un buen baño, una larga ducha caliente, una visita a un spa... nos hace retornar a esa sensación de calma. Sumergir los oídos y escuchar la respiración es un buen ejercicio de mindfulness, y hasta una buena meditación.

Bebe agua. Déjatela cerca. Te encontrarán mejor. Te encontrarás mejor. Estarás mejor.

Bebe agua, Y Disfruta De La Vida Pero YA


bottom of page