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QUIERO-TENGO: Una plantilla excelente para marcar rumbo a tu vida

El gran Séneca decía que cuando no sabes hacia dónde navegas, ningún viento te es favorable. Con el ritmo trepidante con el que vivimos es fácil que ni siquiera te des cuenta de que hay viento, aunque éste sea cierzo. Pararte y planificar es una de las mejores acciones que puedes hacer por tu vida: social, laboral, personal… Cualquier campo se ve beneficiado de esta acción que tanto nos cuesta. ¿Planificar? No solo. Parar y Planificar.


En coaching hay muchas herramientas que tienen gran utilidad y múltiples aplicaciones. Una de las que me gustan especialmente, por lo sencilla y lo efectiva que es, es la plantilla Quiero-Tengo.


Es un cuadro que tiene varias ventajas:


· Nos da una foto fija de cómo estamos

· Nos conecta con nuestra gratitud al saber que tenemos y qué no

· Despierta nuestra motivación al mostrarnos qué queremos

· Nos ayuda a ver más claro de qué nos tenemos que desprender


LA PLANTILLA QUIERO TENGO

Rellena la plantilla. Pon al menos 5 cosas en cada uno de los cuadrantes. Observa los resultados de este pequeño retrato vital y plantea estrategias para ponerte en marcha.


1. SI QUIERO, SI TENGO

Primero da gracias. Estás de enhorabuena. Todas estas cosas son “tu tesoro”. Pero no te confíes, quizás algunas de ellas necesitan algo de ti, algo de trabajo o mimo que tendrás que darles para preservarlas. Pero vamos, sonríe y congratúlate.


2. NO QUIERO, SI TENGO

Bueno, la vida y la inercia conlleva esas cosas. Acumulamos bienes, circunstancias, relaciones que puede que en el momento en que entraron en nuestras vidas tuvieran una función pero que, en el momento actual, han dejado de tenerla. ¿Qué hacer con ellas? Eliminarlas. Primero piensa en cómo sería tu vida sin ellas y luego, trabaja cómo o qué puedes hacer para retirarlas de tu vida.


3. SI QUIERO, NO TENGO

Este cuadro suele generar burbujeo interior. Estás conectando con tu motivación. Lo habrás oído mil veces: motivación viene de movere en latin así que… toca mover. Plantea qué quieres, para cuándo lo quieres y qué tienes que hacer para conseguirlo. No dejes que todo esto vuele en el aire (que las ideas en el aire, como a las palabras, también se las lleva el cierzo). Escribe en un papel lo que quieres y las acciones a seguir. Venga, que estas cosas, para la próxima vez que hagas este cuadro, han tenido que pasar a la casilla número 1 (la del sí quiero-sí tengo)


4. NO QUIERO, NO TENGO

La gente cuando hace este cuadro, suele quedarse extrañada. Parece que le cuesta hacerse a la idea de con qué rellenarlo. Sin embargo te diré que le dediques tiempo, que no pases por él de puntillas. Te hará recapacitar sobre circunstancias que viven otras personas y tú tienes la fortuna tener lejos. Te conectará con determinaciones que has tomado para dejar de lado cosas que no querías. En la filosofía estoica (de la que soy fan absoluta) se recomienda una cosa conocida como la visualización negativa o futurorum malorum præmeditatio. No tiene que ver con ser pesimista. Más bien tiene que ver son ser sabio. “Nada le sucede al sabio en contra de sus expectativas”, decía el ya citado Séneca.


Este método de trabajo personal, futurorum malorum præmeditatio, consiste en imaginar tragedias, dramas o pérdidas. Te ayuda a valorar más lo que tienes y a vivir con menor dolor y mayor aceptación la pérdida de lo que se va. En tiempos de pandemia recuerdo haber oído en más de una ocasión: “ Esto ya no puede ser peor”. A lo que siempre he contestado… “Qué poca imaginación tienes”. Trabaja este cuadro y vuelve a agradecer no tener lo que en él aparece. La gratitud, como ya sabes, es un sentimiento muy beneficioso.


Como repaso te dejo de nuevo el cuadro Quiero-Tengo con las estrategias a seguir en cada cuadrante.



Bueno. Hasta aquí. Si ya tienes rellena tu plantilla Quiero-Tengo, probablemente se te haya encendido alguna conexión neuronal en el cerebro que te esté animando a actuar. Si no la has rellenado, resérvate algún momento para hacerlo. Ya sabes: para y planifica. Y en cualquiera de los dos casos, descárgatela para tenerla a tu disposición en cuanto consideres que necesitas marcar nuevos rumbos a tu navegación.


Vale que cuando no sabes hacia dónde navegas, ningún viento te es favorable. Pero recuerda amiga mía que, a pesar de lo que diga Bon Dylan, la respuesta no está en el viento. Está en tu plantilla.



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