¿Es bueno hacerse listas? ¿O son contraproducentes a la hora de ejercitar el cerebro? ¿Es de ordenada compulsiva? ¿Es de desmemoriada son remedio? ¿Relajan o estresan?
PARA QUÉ SIRVE HACERSE LISTAS
No estamos hablando de hacernos las listas, sino de escribir punto por punto lo que queremos memorizar, recordar o tener presente.
Veamos cuáles son esas bondades de HACERSE LISTAS
1. Al contrario de lo que muchas personas creen ( y yo creía hasta hace unos años) intentar rememorar las cosas a base de esfuerzo no es un ejercicio especialmente saludable para el cerebro. Hacerse una lista, manuscrita, sin embargo, sí lo es. Ayudan a ejercitar la memoria.
2. Son una herramienta óptima para combatir la ansiedad laboral. Nada peor que dejar en el barullo cerebral asuntos pendientes, tareas por hacer, cosas por terminar.
Tanto es así que hasta tiene un nombre. Se llama Efecto Zeigarnik (por la psicóloga que lo descubrió) Se trata de la tendencia del cerebro de recodarnos con cierta insistencia las tareas inacabadas pasando por alto las terminadas. Pesadita la cosa, pero cierta.
3. Otra de las grandezas que aporta el hecho de hacerse listas es que nos ayudan a dimensionar. Dimensionar es imprescindible a la hora de poder planificar el trabajo (da igual la naturaleza que éste tenga). Ponte un papel delante y empieza a colocar en él lo que te ronda, te quita el sueño y acelera tu respiración. Verás qué buen ejercicio de exorcismo. Y así, con el demonio delante de ti, es más fácil ponerle y plantarle cara.
4. ¿Lo mejor para priorizar?: una buena lista delante. Una vez tengas los ítems delante de ti, sólo necesitarás ordenarlos poniéndoles un número delante. Yo utilizo este método de trabajo tanto para grandes proyectos como para cómo elijo mi itinerario a la hora de hacer recados alguna mañana. Y funciona que no veas...
5. La plasmación de ideas o tareas en papel relaja por el hecho de dar la impresión de tener más control sobre ellas. Verlas manuscritas delante de ti te hace poderosa, te erige en líder, en directora de orquesta. Has tomado el mando que antes tenían ellas. Ahora es más sencillo ejecutarlas, una detrás de otra.
Yo siempre recomiendo escribir. Esta vez (ya lo he dicho por arriba) no va a ser distinto. Pero si te da palito coger papel y boli, hay un montón de herramientas y apps que sirven para hacer listas. Yo no las conozco porque no las uso (ya sabes la que me funciona a mí), pero si optas por este medio, seguro que encuentras alguna que sea de tu agrado.
Insisto una vez más. No seas tonta, hazte la lista.
Me ha encantado tu artículo….y parte lo practico. Gracias Ana!