¿Eres de esas personas que se pasan horas y horas pensando en todo lo que podrían haber hecho mejor? ¿Te encuentras a menudo preocupada por el futuro y por el pasado? Si tu respuesta es sí, probablemente seas una de las muchas mujeres que sufren de pensamiento compulsivo. Bienvenida al club.
El pensamiento compulsivo es una condición que afecta a muchas personas, pero especialmente a las mujeres. Se caracteriza por pensamientos intrusivos, repetitivos e incontrolables que pueden causar angustia y ansiedad. Y que dan mucho, pero que mucho, la tabarra. Estos pensamientos pueden estar relacionados con cualquier cosa, desde preocupaciones laborales hasta problemas de relación, pasando por tontadas como ¿qué me pongo para esa boda?. Y pueden ser tan persistentes que interrumpen nuestras vidas diarias.
Según la Dra. Rebecca Gladding, psiquiatra y coautora del libro "You Are Not Your Brain" (“Tú no eres tu cerebro”), "el pensamiento compulsivo es una forma de comportamiento aprendido en el que la mente está entrenada para buscar constantemente problemas, preocupaciones y amenazas, incluso cuando no existen".
La Dra. Gladding también señala que "la mente femenina tiende a ser más tendente al pensamiento compulsivo debido a la forma en que las mujeres han sido socializadas para preocuparse más por los demás y por las relaciones interpersonales". Es decir, las mujeres tendemos a preocuparnos más por los demás y por lo que piensan los demás. Una auténtica lata.
¿Cómo sabes si sufres de pensamiento compulsivo? Aquí te presento algunas señales que podrían indicarlo:
Estás constantemente preocupada por el futuro y por lo que podría pasar.
Te sientes atrapada en pensamientos negativos y no puedes dejar de pensar en ellos.
Te cuesta trabajo concentrarte en el presente.
Te sientes ansiosa o estresada la mayor parte del tiempo.
Te sientes cansada o agotada, incluso cuando no has hecho nada físicamente exigente.
Ya sabes lo que dicen... "No es que tenga un problema con el pensamiento excesivo, es solo que no puedo dejar de pensar en ello"
Si te identificas con alguna de estas señales (¡ o con todas!), es importante que sepas que no estás sola. Muchas mujeres experimentamos pensamientos compulsivos en algún momento de nuestras vidas y hay formas de superarlo.
Una de las primeras cosas que puedes hacer es identificar qué desencadena tus pensamientos compulsivos. ¿Son las relaciones personales, el trabajo o la salud? Una vez que hayas identificado la causa, hay que trabajar en solucionarla. Para ello te servirá escribirla y poner junto a ella una lista de, al menos, 5 soluciones factibles o cosas que llevar a cabo para encaminarte hacia la solución.
Otra estrategia útil es aprender a cuestionar tus pensamientos. ¿Es realmente cierto lo que estás pensando? ¿Hay alguna evidencia que respalde tus pensamientos? A menudo, los pensamientos compulsivos no tienen una base real y es importante aprender a desafiarlos.
Finalmente, es importante recordar que el pensamiento compulsivo no tiene por qué controlar nuestras vidas. Con la ayuda de un profesional de la salud mental o aprendiendo diferentes herramientas prácticas, podemos aprender a manejar los pensamientos y a superar o mejorar la ansiedad y la angustia que pueden causar.
El curso “Cómo Dejar de Pensar Demasiado” ayuda exactamente a eso. ¿Te animas a hacerlo?
Este test te ayudará a dimensionar si eres o no pensadora compulsiva.
Para cada pregunta, debes responder con un valor numérico del 1 al 5, donde 1 significa "casi nunca" y 5 significa "muy frecuentemente". Apunta y suma los totales al final. Las respuestas te las dejo justo debajo.
1. ¿Te cuesta conciliar el sueño por tener pensamientos recurrentes? 2. ¿Repasas mentalmente situaciones pasadas? 3. ¿Te preocupas por cosas que todavía no han sucedido? 4. ¿Te cuesta tomar decisiones por miedo a equivocarte? 5. ¿Te sientes agobiado/a por la cantidad de pensamientos que tienes? 6. ¿Te cuesta concentrarte en lo que estás haciendo por tener pensamientos intrusivos? 7. ¿Te cuesta relajarte y desconectar de los problemas? 8. ¿Te sientes abrumado/a por las responsabilidades? 9. ¿Te imaginas situaciones negativas que podrían ocurrir en el futuro? 10. ¿Te cuesta aceptar las cosas tal y como son? 11. ¿Te comparas con otras personas? 12. ¿Te preocupas por el qué dirán? 13. ¿Te sientes insatisfecho/a con lo que tienes? 14. ¿Te cuesta disfrutar del momento presente? 15. ¿Te sientes cansado/a y sin energía? 16. ¿Te cuesta dejar de pensar en una idea o problema en concreto? 17. ¿Con qué frecuencia te cuesta expresar tus emociones? 18. ¿Con qué frecuencia te sientes presionado/a por el tiempo? 19. ¿Te cuesta pedir ayuda cuando la necesitas? 20. ¿Te cuesta desconectar del trabajo o de las obligaciones?
RESULTADOS
· Si la suma total de los valores está entre 20 y 40:
Esto indica que tiendes a tener pensamientos recurrentes, pero no llegas a ser una pensadora compulsiva. Es recomendable que aprendas técnicas para controlar la mente y reducir el estrés. En el curso Cómo Dejar de Pensar Demasiado te ofrezco varias muy efectivas.
· Si la suma total de los valores está entre 41 y 60:
Tienes tendencia a ser una pensadora compulsiva. Es importante tomar medidas para reducir la rumiación mental y encontrar maneras de relajarse y desconectar. La respiración te puede ser de gran ayuda.
· Si la suma total de los valores está entre 61 y 80:
Lo siento. Lo has petado. Eres una verdadera pensadora compulsiva. Necesitas tomar medidas urgentes para controlar los pensamientos intrusivos. Es recomendable buscar ayuda profesional y/o aprender técnicas específicas y trabajar en la gestión del estrés y la ansiedad.
Ana , temazo y realidad Yo he sumado 50🤦♀️MANOS A LA OBRA !