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El Reflejo de tu Bienestar: La ciencia detrás de colocar tu espejo perfectamente

En el Centro Femenino Sama, creemos firmemente en la conexión entre sentirse bien por fuera y por dentro. ¿Te has dado cuenta de que cuando te ves mal o estás en “momento bache” o no te arreglas o te resulta un esfuerzo sobrehumano que, además, a tu entender, da pocos frutos? ¿Y que cuando te ves bien, te da “subidón subidón” y percibes más seguridad en ti misma, más energía y más autoestima?



El espejo de la madrastra de Blancanieves, algo más que un cuento


La figura del espejo de la madrastra en el cuento de Blancanieves es un objeto rico en simbolismo. Una de las lecturas más interesantes se relaciona con la teoría del estadio del espejo propuesta por Jacques Lacan, un destacado psicoanalista francés.

Lacan describe el estadio del espejo como una fase en el desarrollo temprano del niño, alrededor de los 6 a 18 meses, donde este se reconoce por primera vez en un espejo. Esta identificación es fundamental para la formación del yo (ego), marcando el inicio de la diferenciación entre el yo y el otro, y la emergencia de la conciencia de la propia identidad. Aunque el niño todavía no tiene control total sobre sus movimientos ni una comprensión completa de su cuerpo, el reflejo en el espejo le ofrece una ilusión de unidad y autonomía, lo que es esencial para el desarrollo del yo.


En el cuento de Blancanieves, el espejo de la madrastra puede verse como un símbolo de narcisismo y una búsqueda obsesiva de la confirmación de su propio valor a través de la mirada del otro. La madrastra, al preguntar al espejo quién es la más bella del reino, busca la validación externa de su valía y belleza, lo que refleja una dependencia patológica de la aprobación de los demás para su autoestima. ¡¡Y fíjate cómo le sienta cuando el espejo no le responde lo que quiere oír!!

 

Hay algo que podemos hacer al respecto. Trabajar con nuestro espejo

 

Una herramienta diaria, a menudo pasada por alto pero poderosa, en este viaje de bienestar y autoestima es, sorprendentemente, el espejo. La forma en que te ves reflejado puede influir significativamente en tu estado de ánimo y confianza. Y, ATENCIÓN, no es tan importante cómo te ven como CÓMO TE VES. Por eso te invito a que pongas manos a la obra. ¿Sabías que hay una ciencia detrás de la colocación óptima de un espejo, así como trucos de iluminación que pueden transformar completamente tu percepción de ti mismo?


La altura y tamaño óptimo de un espejo


Para capturar tu reflejo de cuerpo entero de la manera más favorecedora, que al final es lo que importa, porque la imagen real no existe, el espejo debe estar colocado con su borde superior al menos a tu altura o un poco más. Esto asegura que puedas verte completamente sin necesidad de alejarte demasiado. Un tamaño ideal para un espejo de cuerpo entero es de aproximadamente 150 cm de alto por 50 cm de ancho, permitiendo una vista completa sin distorsión.


La luz perfecta


La iluminación juega un papel crucial en cómo nos vemos en el espejo: FUNDAMENTAL. La luz natural es la más favorecedora. Debe venir de frente para evitar sombras que puedan alterar (a mal, obviamente a bien ¡¡sí que vale!!) la percepción de tu figura. Pero cuando no es posible, la iluminación LED con un tono más cálido y colocado de manera que emule la luz natural (por ejemplo, frente a ti y ligeramente por encima) puede crear un efecto similar. Una luz cálida puede añadir un brillo saludable a tu piel, haciendo que te veas y te sientas mejor, ya sabes, efecto “veranito”. Evita la iluminación directa sobre la cabeza o de un lado, ya que puede crear sombras duras y no favorecedoras.


Las trampas de los espejos en probadores


Tiendas de moda como Zara o Mango, así como marcas de lujo, utilizan estratégicamente la colocación de espejos y la iluminación para mejorar tu imagen. Si te ves bien es más fácil que compres. Los espejos ligeramente inclinados hacia atrás (apúntate esto) pueden hacerte parecer más alto y delgado, mientras que la iluminación cuidadosamente colocada minimiza las sombras y resalta tus mejores características.

 

Una reportera hizo un experimento. Visitó varias tiendas de moda para comparar cómo los diferentes probadores afectaban su percepción de su cuerpo. El experimento demostró que factores como la inclinación del espejo, la iluminación, las dimensiones del probador, y hasta la música y las tonalidades de las paredes pueden alterar significativamente cómo nos vemos. La conclusión era que cada probador ( y yo te digo que cada espejo) puede ofrecer una visión distinta de una misma persona.


En resumen, tu imagen en el espejo va a influir en cómo te ves y cómo te sientes respecto a ti mismo.

 

Cuando a tu espejo le preguntes: Espejito, espejito, ¿quién es la más bella? Que siempre te responda: Tú.

 

Lo de la belleza interior y Blancanieves lo dejamos para otro día, ¿vale?

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