La fisioterapia es estupenda. Pero todos los buenos fisioterapeutas te dicen que hay contracturas que ellos pueden aliviar pero SOLO TÚ puedes curar.
Cuando tus contracturas son reiteradas, ¿a qué crees que puede ser debido? ¿De verdad confías en que alguien te las quite? Te las aliviarán, pero, si no cambias nada, las volverás a generar.
¿Qué puedes hacer?. Prueba estas cinco cosas.
1. Toma conciencia de tu cuerpo. Dialoga con él. ¿Cómo? Prestándole atención. Recórrelo con tu pensamiento de abajo a arriba, comenzando por los pies. Y relájalo. Todos los días. Por ejemplo, al acostarte. ¿Sabías que nos "autocontracturamos" hasta durmiendo?
2. No dejes pasar más de un par de horas sin "soltar". SOLTAR PARA MÍ es desenchufar la musculatura. Sonríe, suspira profundo y suelta. Deja caer toda la tensión. No necesitas más que 5 segundos. Cuanto más repitas este ejercicio, más beneficios obtendrás. ¡En una semana empezarás a notar mejoría!
3. Estate atenta a lo que te dices. Son nuestros pensamientos los que nos contracturan. Escucha tu verborrea interior y procura, si no silenciarla, calmarla. ¿Cómo? Como lo harías con un niño pequeño que se pone rabioso, a llorar o pesado. Shhhhhhhhhhhh. Shhhhhhhhhhhhhh. Atender a tu diálogo interior es una de las herramientas más poderosas que tiene el coaching. Y muy eficaz.
4. Respira. De vez en cuando. Inhala profundo y exhala despacio-despacio-despacio. Conseguirás activar tu sistema parasimpático y equilibrarás hormonalmente tu cuerpo consiguiendo calmarlo. Inspira-espira-espira-espira-inspira-espira-espira-espira
5. Estírate. ¿Has probado con algún ejercicio de yoga? ¿De pilates? No abandones a tu cuerpo. Él no lo haría ;)