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Mi cuerpo, mi hogar, mi dulce hogar



¿Qué le pedirías a una casa perfecta? Probablemente, que tenga luz. amplios espacios, que esté ventilada, limpia, que sea tranquila y esté bien aislada. Silenciosa, con buenas vistas. Que sea confortable.

Nosotros ya nacemos dentro de una casa que, en la mayoría de los casos, suele ser perfecta. Nuestro cuerpo. Nos acompaña a lo largo de nuestra vida, desde el momento en el que somos engendrados hasta que dejamos de vivir. Sin embargo, en muchas ocasiones, en el mundo occidental nos desentendemos de él. Vivimos únicamente en un plano mental.

¿Qué sucede con esa casa? Perdemos de vista esta percepción., la del cuerpo como HOGAR. Tener presente esta idea, nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida.

Nuestro cuerpo es nuestro hogar. ¿Que vamos a hacer por él? ¿Qué vamos a hacer con él? ¿Qué vamos a hacer dentro de él?

MI CUERPO, MI HOGAR

¿Te gusta que tenga luz? Dale luz. ¿Cómo? Sal a pasear por la naturaleza. Observa por esos grandes ventanales que son tus ojos, el cielo, nubes, sol, reflejos y juegos de la luz en distintas superficies.

¿Te gusta que sea espacioso? Amplía espacios. Estírate, haz ejercicio, algo de yoga, de pilates, de estiramientos. Genera espacio entre tus vértebras, entre tus articulaciones, entre sut huesos. Estira, estira, estira.

¿Te gusta un hogar ventilado? Haz ejercicios de pranayama o respiración. Regenera tu oxígeno. Amplía tu espacio pulmonar, da más capacidad a tu cuerpo de tener más aire. Verás que tu vida mejora, que tu estado vital mejora, que tu salud física mejora. Y tu estado mental, también.

¿Quieres un hogar limpio? Cuida tu alimentación, lo que comes y lo que bebes. Préstale atención a la sensación que te deja la comida en tu cuerpo. ¿Te da energía o te la roba? ¿Te hace sentir mejor o peor?

¿Quieres que sea tranquilo? ¿Bien aislado? Practica la meditación. Con cinco minutos al día es suficiente. Notarás un antes y un después. Una patina de serenidad irá impregnando tu existencia.

¿Silencioso? Practica el silencio. Contén en ocasiones tus respuestas, tus opiniones. La tranquilidad entrará a formar parte de tu existencia.

¿Quieres buenas vistas? Controla tus pensamientos, controla tu discurso interior. No le dejes que se extreme en sus juicios y críticas e incrementa pensamientos positivos. Tu visión de las circunstancias cambiará a mejor. El paisaje que verás a tu alrededor será más hermoso.

¿Quieres que sea confortable? Sé consciente de él. Cuídalo. Te cuidará. Y te reportará todo el confort del que sea capaz.

Y repite conmigo... ¡HOGAR, DULCE HOGAR!

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