Las razones que la provocan y cómo se puede combatir de manera rápida y efectiva
La flacidez en los brazos es una preocupación común para muchas. ¿Qué nos pasa para que de repente empecemos a mutar en Batman?
Los factores que nos afectan son diversos. Lee los que te detallo y piensa cuáles serían los que te afectan más a ti para poderte hacer luego un plan de recuperación a medida:
1. Pérdida de masa muscular:
La pérdida de masa muscular es una de las principales causas de flacidez en los brazos. A medida que envejecemos, perdemos masa muscular y esto puede hacer que los brazos se vuelvan flácidos. Para combatir esto, es importante hacer ejercicio regularmente para fortalecer los músculos.
2. Pérdida de peso:
La pérdida de peso rápida o significativa hace que la piel no tenga suficiente tiempo para adaptarse a un nuevo volumen. Para combatir esto, es importante mantener una dieta saludable y hacer ejercicio para fortalecer los músculos.
3. Exceso de exposición al sol:
La exposición excesiva al sol puede provocar daño en la piel y acelerar el proceso de envejecimiento, lo que puede contribuir a la flacidez en los brazos. Para batallar contra esto, es importante proteger la piel del sol con ropa o protector solar.
4. Pérdida de elasticidad en la piel:
A medida que envejecemos, nuestra piel pierde elasticidad y empieza a caer. Contra esto nos ayuda el mantener una dieta saludable (con suficiente hidratación, proteína y fibra) y hacer ejercicio regularmente para fortalecer los músculos.
5. Cambios hormonales:
Los cambios hormonales, como los que ocurren durante la menopausia, son enemigo importante. Todas las recomendaciones que te estoy dando sirven para esto. Lo de los fitoestrógenos, de los que seguro que has oído hablar, van ganando detractores…
6. Falta de actividad física:
Comprensible, ¿no? La falta de actividad física puede provocar la pérdida de masa muscular y la flacidez en los brazos. Hay que moverse. Y el pasear de toda la vida, siendo que va bien, no lo consideraremos ejercicio… ya tu sabes mi amol…
7. Genética:
Ah. Es una excusa perfecta. Pero también podemos enfrentarnos a ella. Algunas personas tenemos una predisposición genética a la flacidez en los brazos (y en más sitios…). Hay gente que desarrolla músculo de manera sencilla mientras que otras, con la misma sencillez, desarrollamos lo contrario, la fofez. Una vez más serán la dieta y el ejercicio (pesicas, y no de las rosas precisamente) las que vengan en nuestra ayuda.
8. Consumo de tabaco y alcohol:
En los estudios figuran como desencadenantes, aunque creo que es un poco comodín. Tengo una gran amiga que fuma y bebe con generosidad, ¡que para mí querría sus brazos! Pero yo lo he estudiado y te lo tengo que decir. ¿Qué hacer contra eso? Pues o dejarlo o moderarse.
9. Malos hábitos alimenticios:
Los alimentos procesados y azúcares refinados son un veneno que nos engorda rápido y profundo. Parte de la flacidez de los brazos se debe a la grasa en la zona. Así que… fuera venenos (o dosificados)
10. Falta de hidratación:
La falta de hidratación puede contribuir a la flacidez en los brazos. Para competir contra ella la solución en este caso es más sencilla: beber suficiente agua y mantenerse hidratada, ponte cremita.
La flacidez en los brazos puede comenzar a aparecer en cualquier momento a partir de los 30 años. Es en ese momento cuando comenzamos a perderelasticidad en la piel y tono en el músculo. A partir de los 40 años, y especialmente después la menopausia, la cosa se acelera.
Ya te he ido comentando cosas que hacer para cada una de las causas que creas que más te afectan.
Lo que sí o sí te va a ayudar es:
Los ejercicios de fuerza (flexiones de brazos, levantamiento de pesas, remo con mancuernas, entre otros, puede ayudar a tonificarlos y mejorar su aspecto). Elige un peso que te suponga un desafía y que te permita hacer de 12 a 15 repeticiones con buena técnica para que no te lesiones.
Los ejercicios cardiovasculares como caminar deprisa, el nordic walking, correr, nadar, el barre, el ballet o el remo ayudan mejorar la apariencia de los brazos.
Algunos tratamientos estéticos como la radiofrecuencia, la mesoterapia o la carboxiterapia, entre otros. Si lo combinas con fuerza, mejor que mejor. Estos tratamientos sólos tienen menos resultado.
¿Funcionan las cremas? Ups… Lo importante es el masaje
Existen algunas cremas y aceites que se promocionan como efectivos para combatir la flacidez en los brazos, pero es importante tener en cuenta que no hay evidencia científica sólida que respalde su eficacia. Ahora, nos lo venden todo taaaaaaaaaaan bien…
Algunas de estas cremas y aceites contienen ingredientes que se cree que pueden ayudar a hidratar y reafirmar la piel, como la cafeína, la vitamina C, el colágeno y la elastina, sin embargo, su efectividad para reducir la flacidez puede variar según el tipo de piel y el grado de flacidez presente. Además, su uso debe ser complementario a una dieta saludable y un programa de entrenamiento adecuado para obtener resultados duraderos.
Existen varios ingredientes naturales que se utilizan en cremas y aceites corporales para ayudar a hidratar y reafirmar la piel, entre ellos:
Aceite de almendras: es rico en ácidos grasos y vitaminas A y E
Aloe vera: tiene propiedades hidratantes y calmantes para la piel, y se cree que puede ayudar a estimular la producción de colágeno.
Aceite de rosa mosqueta: contiene ácidos grasos esenciales y antioxidantes
Manteca de karité: es rica en ácidos grasos y vitaminas A y E
Pero lo mejor de lo mejor, además de lo más barato pero también lo más difícil, es la frecuencia de uso.
Un automasaje efectivo:
Aplica una pequeña cantidad de aceite o crema en tus brazos para que tus manos se deslicen suavemente sobre la piel.
No es necesario aplicar demasiada presión. Utiliza una presión moderada que sea cómoda para ti.
Realiza movimientos ascendentes: Empieza el masaje desde la base de los brazos, en la muñeca, y muévete hacia arriba hacia los hombros. Esto ayuda a estimular la circulación y tonificar los músculos.
Realiza movimientos circulares: Utiliza tus dedos y manos para realizar movimientos circulares en los músculos de los brazos. Ayuda a deshacer los nudos y las tensiones musculares que pueden contribuir a la flacidez.
Termina el masaje en los hombros: Cuando llegues a los hombros, realiza movimientos suaves para relajar los músculos. Mejora la circulación y a reducir la tensión.
Duración: Un masaje efectivo debe durar al menos 10-15 minutos para que puedas trabajar en todos los músculos del brazo.
Herramientas: Puedes utilizar herramientas como una Gua Sha, algunas herramientas de maderoterapia, que te van a garantizar un mejor y mayor drenaje y van a hacer el automasaje más sencillo.
Recuerda que la constancia del masaje es lo más importante para obtener resultados.
Y recuerda también. Después de Batman vino… Batman vuelve. Y después de Batman vuelve… Batman forever. No es por desanimar. Es para que le metamos tesón.
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