¿Se acabaron las vacaciones? ¿Notas que dentro de ti algo se apaga? ¿Eres de las que va llorando por las esquinas?
Te propongo que nos tiremos a la piscina (sí, quizás no sea la expresión más adecuada, quizás duela, pero nos viene al pelo). Provoquemos un cambio.
Emprende estas 10 potentes acciones. Van a elevar tu ánimo hasta el entusiasmo. Por no mojarme (con lo de la piscina ya tengo suficiente) no digo hasta dónde va a crecer tu entusiasmo, pero sí te garantizo que vas a encontrarte mejor de manera inmediata. Vamos a por ello.
Las 10 potentes acciones para tu ánimo
1. Haz una lista de lo que más te gusta hacer. ¿Cocinar? ¿Nadar? ¿Leer? ¿Correr? ¿Escalada? ¿Cine? ¿Salir con amigas? Te dejo una plantilla que te recomiendo que rellenes por escrito. No hace falta que escribas lo que hayas decidido ordenado por prioridad. Eso ya lo harás después. ¿Vamos?
Me gusta…
Me encanta…
Me gustaba muchísimo…
Tengo mil ganas de…
Lo que de verdad me apetece es…
Voy a…
Cuánto me gustaría…
Uno de mis hobbies favoritos es…
Me relajo muchísimo cuando…
Se me pasa el tiempo volando si…
Elige y actúa. No lo demores Empieza desde ya. Acompasada con el mes.
2. Cuida tu aspecto. La vuelta del verano pasa factura. Te enfrentas a posibles excesos veraniegos en tu espejo de siempre. Se va el bronceado. La piel reclama hidratación. Y tu cuerpo mimos. Un buen tratamiento y un buen masaje te reconciliarán con tu cuerpo y contigo.
3. Estrena perfume. No tendrías por qué cambiar el tuyo si no quieres, puedes innovar en el aroma de tu hogar, de tu crema, de tu baño con unas gotitas de un buen aceite esencial que te cautive o el olor para tu almohada. Hazle un obsequio especial a tu olfato. Está en directa relación con tu sistema límbico, con tus emociones. Hala. Para arriba. que no decaiga.
4. Medita que algo queda. La meditación es un espacio mágico de encuentro contigo. Haces que el mundo quede fuera y te sumerges en un infinito en el que lo más importante eres tú, tu compañera de vida. Tomar contacto contigo es como tocar chufa. Es entrar en un espacio seguro en el que siempre, todo está bien. Si no logras sentirlo así siempre, no te preocupes, es normal. Alguna ventana se habrá quedado abierta y deja que se meta el ruido de fuera. No pasa nada. Ya se acallará. Tú, a lo tuyo. Si consigues meditar todos los días 4 minutos durante al menos, una semana, notarás ya el cambio. Y en tu cara también. será tu momento. O mejor, tu momentazo.
5. Dulces sueños. Procúrate un buen descanso, un buen sueño. Con la edad, vamos perdiendo la capacidad de generar melatonina, la hormona que nos ayuda a dormir bien. Este hecho es más pronunciado en las mujeres tras la menopausia. Es normal que vayas durmiendo peor y que también decrezca la calidad de tu sueño. Por eso estaría bien que cuidases, sin obsesionarte, ese momento tan tan tan importante del día.
Que tu habitación esté limpia, ordenada y ventilada. Que tenga oscuridad absoluta Que el silencio sea el máximo posible. Que no haya cosas que te molesten o puedan molestar alrededor (hablo del móvil, no de personas, jjjj…). Que tu piel esté limpia e hidratada. Que la ropa que te cubra sea de la mejor calidad. Prueba, si todavía no lo has hecho, una buena bruma de almohada. Tómate una buena infusión relajante y… a mecerte en los brazos de tu maravilloso colchón y tu maravillosa almohada. Espero que lo sean. Es una de las mejores y más rentables inversiones que puedes hacer en tu vida. Y si no te lo crees, haz cuentas.
6. Haz algo de ejercicio físico. Vale el yoga. Mueve tu cuerpo. Esto provocará que tu sistema hormonal se ponga en funcionamiento y te ayude a sobrellevar la entrada en el otoño. No le dejes que te aletargue. Sé que es la tendencia natural, pero el movimiento te va a dar energía. Y la energía, alegría.
7. Haz algo que te emocione, que te excite, que suponga un riesgo para ti. Rompe límites. Atrévete. No sabes el chutazo de autoestima. Te va a sentar genial. Te vas a sentir genial.
8. Cómprate flores. De ti para ti. Por que tu lo vales. Porque son hermosas, como tú. Porque alegran la estancia en la que se encuentran. Porque te harán sentir mejor. Porque cuando las miras y las ves te harán sentir valiosa y querida. Y eso, ¿cómo no te va a sentar bien?
9. Practica la caridad. Con quien sea. Como sea. No tienes por qué dar dinero (que claro que está bien pero igual no te viene tan bien). Puedes repartir amabilidad. Regalar tu tiempo y compañía a personas que lo agradecerán. Puedes agasajar con tu escucha atenta. Puedes donar sangre. Puedes dar ropa o cosas que no utilizas a alguien que le vaya a dar una segunda vida. Puedes ir a visitar a un familiar al que tienes algo abandonado. Llevarle flores a una amiga a la que le van a sentar bien. Verás como tu corazón lo agradece. Y se agranda. Y sonríe contagiándote su alegría.
10. Planifica, sueña, proyecta tu futuro. A medio plazo. No dejes que tu vida vaya sin rumbo. Dirígela hacia donde te haga ilusión que vaya. . Usa un cuaderno. Escribe. Dibuja. Pega fotos. Cuanto más concretes tus sueños, más fácil es que se cumplan. Y no lo dudes, lo hacen.
Y si quieres un plus de bienestar, sonríe. Ya sabes. No es magia, es neurociencia.
Feliz retorno. Ahora ya, más sabia y con más recursos. Que la fuerza te acompañe. Yo, desde aquí, también lo haré.
💕💕
Me encanta 🤩 ….ahora sólo hay que practicar todo eso 😅. Gracias Ana! 😘